Tal día como hoy, en 49 a.C., Julio César se echa en la taza del desayuno una especie de miel blanquencina muy rica en proteínas que le dará fuerzas para cruzar el Rubicón, no sin antes pronunciar la célebre frase: Jalea iacta est.
Tal día como hoy, en 49 a.C., Julio César se echa en la taza del desayuno una especie de miel blanquencina muy rica en proteínas que le dará fuerzas para cruzar el Rubicón, no sin antes pronunciar la célebre frase: Jalea iacta est.