Tal día como hoy, en 399 a.C., el cuñado de Sócrates pronuncia la célebre frase con la que pasará a la posteridad: “¡Qué sabrá él de nada!”
Tal día como hoy, en 399 a.C., el cuñado de Sócrates pronuncia la célebre frase con la que pasará a la posteridad: “¡Qué sabrá él de nada!”