Tal día como hoy, en 230 a.C., el cuñado de Arquímedes pronuncia la célebre frase con la que pasará a la posteridad: «Dadme un punto de apoyo, sujetadme el cubata y moveré el mundo».
Tal día como hoy, en 230 a.C., el cuñado de Arquímedes pronuncia la célebre frase con la que pasará a la posteridad: «Dadme un punto de apoyo, sujetadme el cubata y moveré el mundo».