Tal día como hoy, en 1659, la Iglesia católica empieza a obligar a que todos los libros que traten sobre marisco lleven un sello donde figure su beneplácito moral, lo que dará lugar a la célebre locución latina “Nihil ostrat”.
Tal día como hoy, en 1659, la Iglesia católica empieza a obligar a que todos los libros que traten sobre marisco lleven un sello donde figure su beneplácito moral, lo que dará lugar a la célebre locución latina “Nihil ostrat”.