Nos protege, conserva los que fuimos.
Eso que nadie nunca encontrará:
techos donde dejamos miradas de dolor
y voces que han quedado, calladas, en los muros.
La casa ya organiza sus futuros olvidos.
Una corriente de aire, la puerta que se cierra,
como un aviso, con un golpe seco.
Cada uno es su casa. La que fue construyéndose.
Que, al final, se vacía.
Joan Margarit: La casa (Animal de bosque. Visor, 2021)
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