Tal día como hoy, en 126 a.C., un augur empieza a adivinar el futuro observando lo queda de un huevo tras separar la yema, en lo que terminará conociéndose como la clarividencia.
Tal día como hoy, en 126 a.C., un augur empieza a adivinar el futuro observando lo queda de un huevo tras separar la yema, en lo que terminará conociéndose como la clarividencia.